La Junta de Extremadura culmina la restauración de la iglesia parroquial de San Blas en Salvatierra de los Barros

La Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes ha finalizado las obras de restauración de la iglesia parroquial de San Blas en Salvatierra de los Barros, una intervención que recupera uno de los bienes patrimoniales más significativos de la comarca tras años de deterioro estructural. La actuación ha supuesto una inversión de 170.250,23 euros, destinados a garantizar la conservación, la estabilidad y el valor histórico de este templo del siglo XVI. La intervención se enmarca en la política de protección del patrimonio histórico regional y responde a la necesidad de consolidar el edificio tras los daños sufridos en 2011, cuando la rotura de los tensores de la cercha metálica provocó el derrumbe de parte de la cornisa de la fachada norte. Desde entonces, el templo había visto comprometida su estabilidad, requiriendo una actuación integral para devolverle su funcionalidad y su valor como espacio religioso y cultural. Los trabajos han incluido la demolición de la cubierta deformada de la nave y la construcción de una nueva estructura metálica apoyada sobre los zunchos de hormigón existentes, reutilizando parte del material cerámico original. Se ha procedido, además, a revisar y reparar el resto de cubiertas del edificio, reponiendo tejas, impermeabilizando la torre y colocando rejillas de protección frente a aves. También se han instalado nuevos canalones, bajantes y un sistema de pararrayos, al tiempo que se han eliminado las colonias vegetales incrustadas en los muros y contrafuertes. En el exterior e interior del templo, se han realizado trabajos de rejuntado y consolidación de muros, así como la recuperación de cornisas dañadas y del pretil de la torre. Durante el desmontaje de la cubierta, los técnicos documentaron la existencia de diversas vasijas cerámicas tradicionales, entre ellas grandes dolias o tinajas, que se conservaron in situ por su valor histórico y antropológico, reforzando el carácter singular del templo y su conexión con la tradición alfarera del municipio. La iglesia de San Blas representa un ejemplo de arquitectura religiosa de la región. Su planta de nave única, el ábside poligonal, las bóvedas de crucería gótica con arcos terceletes y su característica torre de cuatro plantas con celosía cerámica convierten al edificio en un referente del legado arquitectónico extremeño.