La Junta aumenta un 22 por ciento las ayudas a la edición de libros para impulsar el tejido editorial en Extremadura

La Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes ha publicado la nueva convocatoria de ayudas a la edición de libros, que este año incrementa su dotación presupuestaria hasta los 67.500 euros, un 22 por ciento más que en 2024, consolidando el compromiso institucional con el fomento de la creación literaria y el fortalecimiento del ecosistema editorial regional. Frente a los 55.000 euros presupuestados en 2024, la edición 2025 supone un claro esfuerzo en apoyo al sector. No se introducen cambios en la cuantía máxima por proyecto ni en los porcentajes subvencionables, pero sí se refuerza la intención de ampliar el alcance y número de beneficiarios. Estas ayudas están dirigidas a empresas editoriales del Espacio Económico Europeo y pretenden enriquecer el patrimonio bibliográfico extremeño, apoyar la producción editorial y promover la difusión de autores y temáticas vinculadas a la región. Cada editorial podrá presentar hasta tres solicitudes, con una subvención máxima de 4.000 euros por proyecto, manteniéndose el tope del 55 por ciento del presupuesto del mismo. En la nueva convocatoria se continúa contemplando el interés literario y cultural del proyecto, la vinculación con Extremadura y la trayectoria tanto de la editorial como de los autores o ilustradores implicados. También se mantienen los cinco puntos adicionales para obras que se publiquen de forma simultánea en papel y formato digital, incentivando la accesibilidad y la innovación tecnológica. Los proyectos deberán estar concluidos antes del 30 de junio de 2026 y se abonará un 50 por ciento anticipado tras la concesión de la ayuda, y el restante 50 por ciento una vez justificada la producción editorial. Asimismo, se mantiene la exigencia de editar un mínimo de 300 ejemplares por proyecto y la exclusión de obras premiadas, textos escolares, fascículos, anuarios y catálogos de arte. Con esta convocatoria, el Ejecutivo extremeño reafirma su apuesta por el libro como eje vertebrador de la cultura, no solo como producto intelectual, sino como herramienta de desarrollo económico.